La vicepresidenta del organismo dijo que el Instituto perdió su esencia fundacional, basada en la transferencia tecnológica y extensión, y que apuestan a la generación de tecnologías para incrementar la producción.
En una nota realizada desde AgroCave, la vicepresidenta del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), María Beatriz Giraudo, manifestó que se terminó el ciclo en el que el organismo brindaba asistencia a los productores agropecuarios y comienza una etapa con objetivos que estarán centrados en la ciencia y tecnología.
A su vez, remarcó que se van a sacar todas las actividades que el Inta absorbió oportunamente y estuvieron orientadas a la subsistencia.
“El organismo no tiene esas características, ni capacidades. Su vinculación debe ser con la tecnología y -a través de este principio- queremos jerarquizar al agro y la agricultura familiar”, dijo la directiva, aclarando que la nueva gestión no juzga si sirve o no, tampoco habla de descarte, pero “sí estamos tomando la responsabilidad de aggiornar el Instituto a las necesidades actuales”.
Según Giraudo, no va más entregar a los productores semillas para las huertas o gallinas ponedoras, porque se trata de acciones de asistencialismo para la subsistencia que deberían pasar a la órbita de Capital Humano.
También dijo que -en un clima de resistencia- está recorriendo el país y acordando por medio del diálogo un esquema de reformas y transformación que se extenderá por todas los centros regionales, estaciones experimentales, agencias, unidades de extensión e institutos de investigación.
En ese contexto, expresó que –a nivel mundial- todos los organismos de investigación y tecnología se están rediseñando en sus estructuras internas y, al mismo tiempo, buscan acompañar los niveles de producción, las demandas de la sociedad, las bases científicas tecnológicas, la forma de investigar y la importancia del medio ambiente.
Cambio general
“Lo que está pasando, es un cambio general drástico vinculado a estos desarrollos y es necesario atender estos pedidos que se aceleran. El Inta que se creó en un momento determinado y con una coyuntura de esos tiempos, no refleja los cambios que se requieren hoy; es decir estamos tomando la oportunidad de rediseñar y fortalecer el organismo con un rol más protagónico al de su creación”, enfatizó Giraudo, agregando que la condición única de este instituto frente a otros del mundo, es la territorialidad con más de 400 puntos de contactos en toda la Argentina.
Giraudo, que este mes termina la recorrida total por todas las provincias en las que el organismo tiene presencia, incluso los módulos de hidroponia en la base de la Antártida; expresó que se está avanzando en una política de revisión profunda y uno de los primeros pasos se basa en revertir problemas básicos como avanzar con la intimación al personal a jubilarse, ya que hace 5 años que no se venía haciendo o utilizando este instrumento legal.
“Necesitamos renovar el personal, generar un semillero para la institución que debe gestarse a través de la salida de los jubilables”, dijo.
Al cierre, Giraudo habló de cómo se llegará a los 70 años del organismo, con una vinculación tecnológica que trepe del 10% al 30 % en toda su cartera de desarrollo. Para esto, los nuevos directivos consideran que es necesaria la incorporación del ámbito privado para potenciar el presupuesto hacia el año 2027.
“Tenemos convicción en las capacidades del Inta y al mismo tiempo sabemos que la demanda del ámbito privado es enorme para potenciar este porcentual de crecimiento con un mayor presupuesto. Vinimos para relevar todo y definir transformaciones desde el interior del organismo. No tomamos un Inta desvalorizado, sino que estamos para fortalecerlo; trabajando más en biotecnología, en agricultura de precisión, AdTech y otras herramientas modernas y productivas del mundo”, dijo.
