La empresa Ramón Rosa y Cía. tiene su sede central en San Pedro y sucursales en Arenaza y Carlos Tejedor, allí donde Felisa Rojo trabaja desde hace 33 años. En un encuentro con este medio nos resumió su parecer sobre el rol de la mujer antes y en la actualidad
L.B -A qué edad comenzaste a trabajar aquí?
F.R-“Tenía 22 años cuando ingrese a la empresa, fue el tercer trabajo que desempeñaba ya que antes estuve en Mar del Plata como cajera y en tejedor–recuerdo que cuando me presente a la inscripción tenía la corazonada de que este trabajo era para mí, así es que comencé en el área administrativa, haciendo cartas de porte en máquinas de escribir, asentar las entradas y salidas del cereal, luego de unos años quedé a cargo de esta planta.
L.B -¿Te resultó difícil moverte en un ambiente netamente masculino en esa época?
F.R-La verdad que no, creo que veían en mi a una persona con la responsabilidad para desempeñar esta tarea sin mirar el género, si bien era la única mujer siempre sentí el compañerismo y respeto de todos.
L.B-¿La empresa tiene como modalidad incorporar a mujeres?
F.R-No soy la única ya que en cada sucursal había una mujer al menos, nunca sentí la discriminación por ser mujer en un terreno de hombres, hoy ya es natural ver al sexo femenino trabajar en estos ámbitos, pero en mis inicios no, considero que si una se hace respetar y respeta al otro no hay problemas, acá se trabaja con choferes de camiones, acopiadores, empleados y a todos les he manifestado abiertamente mi agradecimiento por hacerme sentir siempre cómoda en mi puesto al frente de esta planta.
–L.B ¿Te ha pasado que alguien se haya sorprendido por encontrarse con una mujer en la planta de acopio?
F.R-He tenido en algunas oportunidades situaciones difíciles, recuerdo una específica de intento de violencia por parte de un chofer, me plante y le dije “pégame, pero los dos vamos a ir a la comisaria “eso dio por sentado que me iba a defender, eso sirvió también para que el resto sepa que yo era una compañera más.
–L.B-¿Sos de las que anda por los silos, controla los camiones?
F.R-Si, verifico las cargas, as cartas de porte, ahora se ha incorporado una mujer más como perito clasificador que es quien hace el análisis de la semilla, ella es Ayelén que se sumó a este equipo.
L.B – ¿Vas observando cómo la mujer se va incorporando al sector rural?
F.R-Se ve mucho más en estos años el avance de la mujer moverse en el sector del campo ya sea como en sector de cosecha como de cría de animales, antes cuando por cuestiones familiares una mujer era la heredera de un campo, se destinaba a un hombre que se haga cargo, hoy eso no sucede, es la mujer la que comienza a tomar las decisiones.
Felisa Rojo con su experiencia nos va dejando un panorama que hoy vemos muy a menudo, que es el rol que ocupa la mujer en el sector productivo, moviéndose a la par del hombre en sus decisiones y en su trabajo cotidiano.
F.R-“Creo que ser mujer no es limitante para hacer este trabajo, con esto no digo que yo cargo camiones, pero si lo tuviera que hacer seguramente lo aprendería y lo haría, reconociendo que para eso el hombre tiene la fuerza física, aunque si me tocara lo podría hacer.
L.B–¿Tu familia reconoce tu trabajo? ¿se asombran de tu proceder?
F.R-Mi familia está compuesta por mi marido y dos hijos varones que ya son grandes, pero yo me casé estando aquí en la empresa de acopio y mis hijos me vieron siempre haciendo esto, de chiquitos los sábados me los traía conmigo porque no tenían jardín.
L.B –Hoy está muy vigente la igualdad de género y el cupo de la mujer, que se va logrando después de años de lucha, ¿Qué mensaje le dejarías a todas las mujeres?
F.R- Creo que tenemos que caminar a la par del hombre, todas tenemos la posibilidad de hacer todo lo que nos propongamos, como también el hombre hoy se integra a los quehaceres domésticos, no deberíamos encasillar el género, ambos estamos capacitados para hacer todo lo que queramos, no me considero una feminista por lo tanto no me gusta que se tenga en cuenta el sexo para tomar decisiones en todos los ámbitos, eso ya es discriminación y eso todavía la sociedad lo impone, pero vamos camino a funcionar complementados, si bien el hombre tiene la fuerza y rudeza para realizar trabajos pesados, las mujeres también damos vida, eso también es fuerza y rudeza.
Así culminó nuestra charla con Felisa quien asegura que ya tiene ganas de retirarse –aunque aún le faltan unos años- para hacer las cosas que no ha podido, como tomarse más tiempo para realizar cursos o viajes que ha ido postergando, sin dejar de agradecer a los responsables de la empresa Ramón Rosa.
F.R-“Estoy sumamente agradecida por la posibilidad y responsabilidad que me han dado la familia Rosa desde hace 33 años, gran parte de mi vida ha transcurrido aquí y estoy feliz de eso”