Tras el allanamiento realizado al Hospital Municipal el pasado lunes, donde se investiga la realización de Cirugías Estéticas de importancia en el quirófano del hospital, (acciones que eran vox -populi en la ciudad), se puede presumir la utilización de un servicio de salud pública con fines comerciales particulares por parte de algunos profesionales, hablado claro, un presunto robo o estafa de bienes e insumos públicos para el propio bolsillo.
El hecho como el que se conoció a comienzos de esta semana con una denuncia a directivos de un hospital público por supuestas realizaciones de cirugías estéticas, que siguió con un allanamiento en simultaneo en el hospital Peláez de Ameghino, en el consultorio de un cirujano plástico en la ciudad de Pehuajo y de un anestesista en la ciudad de Lincoln, no se sabe aun oficialmente si todos estos profesionales intervinientes eran parte del plantel del hospital.
Ante una situación de tamaña gravedad, llama poderosamente la atención la falta de respuesta oficial por parte del gobierno municipal, donde no se emitió comunicación oficial alguna, sino que se pasó a comisión sin emitir opinión una minuta de comunicación presentada por el bloque de la oposición en el Concejo Deliberante.
Por este medio intentamos comunicarnos con todos los funcionarios, desde el intendente hasta las autoridades de salud, y no emitieron palabra alguna. En el día de hoy nos presentamos en el municipio tratando de informarnos sobre la actitud que se tomaría o la forma de darlo a conocer y allí vivimos un episodio vergonzoso con el secretario de gobierno Alejandro Sánchez, quien ante nuestra presencia en la municipalidad, y anunciado nuestro requerimiento para realizar preguntas, huyó despavorido por la puerta lateral ausentándose en su automóvil ante nuestra vista haciendo informar por una empleada que “no estaba” , la pregunta que nos hacemos, es “de qué no quieren hablar?”.
La excepción la dio la directora de Salud María A. Simonetti quien accedió a contestar y asegurar que se emitiría un comunicado oficial a los medios, quien el lunes nos comunicó que estaba ocupada con el allanamiento, y en el día de hoy nos manifestó que “ella no sabía nada sobre las practicas denunciadas”, y “que estaban a disposición de la justicia”, lo que nos sorprendió sobre manera, es que dijo que “no estaba segura que se realizaran estas prácticas en el hospital”, pero lo más grave es que por sus dichos se desprende que no se estaría investigando absolutamente nada sobre los hechos denunciados, ¿por qué será?, hasta el momento no se sabe sobre sumarios, toma de declaración al personal, suspensiones preventivas, ninguna acción administrativa al respecto.
La operación en cuestión duro seis horas, ¿cómo pueden no saber los directivos de salud y hospital que se está realizando una operación clandestina durante tantas horas?, y cuando se enteran, ¿cuál es la razón que los lleva a no investigar el echo dentro del municipio?, tal vez deberían recordar que también es un estado y le cabe la normativa legal.
A raíz del silencio, la falta de respuesta a los medios y sin conocer aún ninguna medida tomada es que nos lleva a pensar que el tema no solo no sorprendió por salir a la luz, sino que va más allá… ¿algo más se está ocultando? Si bien hay que esperar que la justicia se expida y eso llevará su tiempo ¿no es importante para la población una explicación de los hechos o una señal que el caso con matices altamente oscuros lo merece en una institución tan querida como el hospital Felipe Peláez?
Sres. funcionarios ¿Ustedes creen que poniendo un manto de silencio a un tema del cual se venía hablando desde hace tiempo va a quedar en el olvido? ¿De verdad escondiéndose y actuando con impunidad es como se trasmite a la ciudadanía una posible estafa que hoy recorre la región?
El que calla otorga dice el dicho popular y el que habla aclara o al menos nos hace sentir que somos respetados.
Mientras tanto como medio seguiremos esperando que algunos de los responsables de la causa que terminó en la justicia salga de su ostracismo y se digne a cumplir con su deber de funcionario público que es nada más y nada menos que explicar lo sucedido, de lo contrario podemos pensar que nada de esto los ha sorprendido.