Varios servicios de Trenes Argentinos dejarían de funcionar.
Informaciones no oficializadas, pero que surgirían de las máximas autoridades de la empresa, dan cuenta que varios ramales serían levantados o interrumpidos y entre ellos el ramal que une Retiro-Junin y el que une Once con Pehuajó, alcanzando a Bragado, 9 de Julio, Carlos Casares y Pehuajó.
Los recortes del tren también alcanzarían a Junín, Mendoza, Córdoba y Tucumán. Se mantendrían dos frecuencias a Mar del Plata y Rosario.
A Bahía Blanca ya fue interrumpido.
También, se han reducido las frecuencias en el Belgrano Sur al igual que los trenes que van a González Catán, y otros en el Gran Buenos Aires.
Las autoridades ferroviarias aseguraron que «el objetivo del gobierno es reducir la plantilla en un 30% en las distintas empresas ferroviarias, a traves de un esquema que apuntaría a despedir a un 15% del personal en el corto plazo y otro 15% a lo largo del próximo semestre.
La compañía estatal explicó que los recortes podrían concretarse luego del resultado de las auditorías que se están realizando, con la intención de “racionalizar estructuras superfluas por el pretendido ahorro fiscal“, aunque existen versiones de que la intención sería volverlas más atractivas para su privatización.
La falta de pago a proveedores también está generando estragos. Comenzó a notarse en enero, cuando el impago con distribuidores de mercadería para los coches comedor llevó a cerrar el –de por sí muy escueto– servicio de restauración en los trenes de larga distancia.
Se prevé que tras el cierre de la temporada de verano, después de Semana Santa, el Gobierno anuncie un brusco recorte de los trenes de larga distancia que podría también alcanzar al menos parcialmente a los trenes regionales y servicios diésel del AMBA.