Los pronósticos de mediano plazo confirman que La Niña retornaría en la primavera, pero el Dipolo del océano índico le haría contrapeso y las lluvias serían normales al menos en esa estación.
La campaña agrícola 2024/25 está próxima a iniciarse en Argentina y en materia climática hay tanto malas como buenas noticias: mientras desde el Océano Pacífico soplan vientos en contra, desde el Índico viene una brisa aliviadora.
LA NIÑA MÁS TEMIDA
El analista en clima Leonardo De Benedictis, agregó que “esta es una mala noticia para el productor porque este año, si bien ha sido Niño, la lluvia sólo sirvió para poder implantar los cultivos y desarrollarlos, pero no para generar reservas para afrontar un año complicado”.
Como dato adicional, De Benedictis recordó que los perfiles están muy mal en la mayor parte del país.
Sucede que, según los pronósticos internacionales, el fenómeno La Niña –que se produce por el enfriamiento de las aguas del Pacífico Ecuatorial– está prácticamente garantizado que volverá a partir de finales del invierno, lo que para Argentina significa un déficit de precipitaciones.
El problema es que “sabemos que el invierno no es un período de reposición de agua y, con suerte, se mantiene la humedad, es decir que no servirá para mejorar la situación hídrica”.
“Está claro, Niña sí o sí. La probabilidad de este evento supera el 70% a partir de octubre”