En General Villegas cambia el intendente pero sigue gobernando Juntos por el Cambio. La transición, de todas formas, pinta muy mal.
En el partido de General Villegas, bien en el noroeste del mapa provincial, las elecciones de este año provocaron un cambio de gestión pero no de signo político: sigue gobernando Juntos por el Cambio, pero este dato, que a priori anticipa una transición ordenada, no sirve de nada.
En las PASO de agosto, el ex intendente Gilberto Alegre sacó de carrera a la candidata del actual jefe comunal, Eduardo Campana que se corrió de la búsqueda de su tercera reelección. Y ganó de buena manera en las generales de octubre.
Pasada la instancia del balotaje y con las energías puestas en la transición, surgió una fuerte polémica. Alegre denunció que la gestión saliente está «nombrando empleados y recategorizando» a días de dejar el poder.
Lo hizo mediante un posteo en la red social Facebook. «A días de tener que entregar el gobierno Campana pretende tomar decisiones como si sus facultades fueran plenas y sin consultar con quienes tendremos la responsabilidad de gobernar»-escribió-
«¿Cómo podremos gestionar nuestra comunidad sin recursos, con maquinarias sumamente deterioradas y sin gente de nuestra confianza? No es con comunicados contemporizadores y de buenos modos, tratando de ocultar su falta de respeto hacia la oposición y la comunidad, como se resuelve la desidia de tantos años de desgobierno», agregó el alcalde, con pasado peronista y membresía de socio fundador del Frente Renovador, espacio que dejó hace varios años.
Alegre anticipó, también mediante las redes sociales, que esos nombramientos y recategorizaciones serán «revisados» una vez que asuma, el 10 de diciembre.
Según se supo, más allá de los intempestivos nombramientos, la cosa pinta mal frente al cambio de mando. La gente de Alegre dice que Campana no muestra informes de gestión y temen tener que agarrar el timón «a ciegas».
Campana -sostienen en Villegas- quemó las naves para ganar la elección. «Empezó obras a 10 días de los comicios y comprometió aumentos salariales que implican hasta el 80 por ciento del presupuesto», cuentan con preocupación los que tienen que tomar el mando en poco mas de una semana.
Hay que señalar que el flamante alcalde es experto en estas lides: fue intendente desde 1995 hasta 2013, cuando dejó el cargo para asumir como diputado nacional. Y, tras un intento fallido en 2019, recuperó el poder en este turno electoral y con 72 años de edad.
Fuente: Interior Bonaerense