Lunes 15 y martes 16 de febrero son feriados nacionales en Argentina porque se celebra el Carnaval, como cada año desde 2010.
. En un principio era una celebración pagana pero de origen cristiano, vinculada a los días previos a «limpiar la carne», que desemboca en la prohibición religiosa de consumirla durante los cuarenta días que dura la cuaresma.
Esta festividad era distinta según los sectores sociales: en tiempos de la Colonia, los sectores populares participaban en los bailes de máscaras que se realizaban en el teatro de La Ranchería, mientras que los sectores pudientes lo hacían en la Casa de Comedias.
Como en la actualidad, el carnaval también ocupó el espacio público: bailes y juegos con agua inundaron las calles, lo que eran «costumbres bárbaras» para las clases altas, que se oponían al festejo.
Entre 1829 y 1852 -durante la primera y segunda gobernación de Juan Manuel de Rosas- se censuró por decreto hasta 1854, año en que el gobierno de Buenos Aires autorizó la realización de bailes de máscaras y juegos de agua nuevamente.
En 1869, durante la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento, se promueve el primer corso oficial de la Ciudad de Buenos Aires. Fue el propio Sarmiento quien, tras un viaje por Montevideo, Río de Janeiro, Francia, España, Argelia, Italia, Alemania, Suiza, Inglaterra, Estados Unidos, Canadá y Cuba, queda maravillado por la idea del anonimato de los disfraces como forma de borrar, por un instante, la desigualdad de clases sociales.
En 1976, durante la dictadura cívico-militar, se eliminó al carnaval del calendario oficial de festejos y se detuvieron sus manifestaciones callejeras. En 1983, desde la vuelta a la democracia, regresó el festejo, a pesar de que sólo habían sobrevivido una decena de murgas.
En el año 2010 se restituyeron oficialmente los feriados nacionales del lunes y martes de carnaval y regresaron los festejos masivos en las calles de todo el país.