Este sábado al mediodía, a través de plataforma zoom, formalizaron la acusación de tentativa de homicidio agravado por el vínculo y por usar veneno contra Yanina Coronel, la mujer que habría colocado insecticida en un batido de banana que consumió su pareja, el policía Gabriel Páez Albornoz, que se encuentra en terapia intensiva desde hace cuatro días.
La pareja tenía una relación «medianamente corta», con un hijo en común y estaban conviviendo.
Páez, de 37 años, había llevado la bebida desde su casa en una botella de vidrio. La consumió durante un encuentro con otros colegas del área de Seguridad Rural, dijo que estaba fea y la volcó al piso: un perro bebió de ahí y minutos después murió. Un rato más tarde, fue el policía el que se descompensó y fue trasladado de urgencia al hospital de Toay para luego ser derivado al Molas.
El jefe de Policía, Héctor Lara, contó que Páez «hace gimnasio, hace pesas, entonces estaba siguiendo una especie de dieta, con un batido de banana y algo más».
La jueza de Control, Florencia Maza, dispuso la prisión preventiva de la sospechosa bajo la modalidad de arresto domiciliario por 30 días. Tendrá una pulsera de control. El fiscal había pedido prisión preventiva por considerar que había peligro de fuga y la defensa su libertad.
La defensa pretendía que quedara en libertad. La joven no declaró por ahora en indagatoria, hizo uso de ese derecho, aunque podría hacerlo más adelante si lo deseara
El policía sigue en coma en el hospital Lucio Molas después de haber ingerido el tóxico que estaba dentro de una botella donde tenía un batido. La pareja fue detenida el viernes por la tarde.