Porque el dolor es mas fuerte que las ganas de contar, porque la impotencia es mas envolvente que cualquier testimonio que por estos días podamos escuchar, porque la realidad es mas inimaginable que el guión de una película de suspenso y terror que se nos hubiera ocurrido escribir.
los hechos sucedidos el pasado Viernes 15 de Marzo en la localidad de Blaquier-partido de Florentino Ameghino-en donde seis personas perdieron la vida, nos dejó por primera ves en un impasse periodístico como nunca antes nos había pasado.
Desde el primer momento -y sin encontrarnos en la ciudad- nos limitamos sólo a trasmitir a nuestros lectores la información oficial que nos iba llegando, sin mas detalles que lo sucedido, sin imágenes, sin el afán de material preciso y de fuentes confiable como siempre tratamos de hacer, esta ves no, esta ves el espanto, dolor e incredulidad nos embargó de la misma manera que afectó a todo un pueblo, porque somos parte del lugar y porque creímos que era mas importante estar cerca de nuestros amigos, familiares de victimas, que crear una fuente informativa que nada iba a cambiar la cruda realidad, convencidos de que nada tenía sentido mas que trasmitir lo sucedido de la forma que lo hicimos.
Somos conscientes que en esta profesión, no es el camino correcto, somos seres sociales, compartimos momentos complicados a través de la comunicación y cuando la realidad nos supera debemos ponernos en el lugar de quienes esperan saber, dejando de lado las propias emociones, como nos ha pasado muchas veces en este camino de medios…pero esta ves no pudimos y pedimos disculpas a quienes esperaban mas, pero debemos decir que nada nos pareció mas importante que el silencio, que los testimonios los contaban las imágenes que se vivían, que la realidad y el dolor de familiares y amigos de Ricardo-Nico-Juan-Mateo-Carlos y Alejandro eran el mas fiel relato de una tragedia que embargó y cambió para siempre la vida de los habitantes de Blaquier, que después de eso, no había mucho para decir.
Hoy Blaquier es un pueblo que cada mañana despierta de a poquito, pesaroso, con miradas perdidas, sin saber claramente cómo comenzar, con ojos empapados por el llanto de la madrugada, con quienes aun no pueden poner en palabras su dolor, por trabajadores que salen y se encuentran con otros y se abrazan o se preguntan ¿Como estas? ¿ Como pasaron la noche? Con preguntas, si, muchas, y con pocas respuestas, porque no las hay, al menos por ahora, porque no sabemos si las habrá, porque quizá hay a quienes no les interesa tenerlas, o si…
Todo es así hoy en Blaquier, se entrecruzan tantos sentimientos como nos podamos imaginar,los silencios son tan desgarradores como el llanto, porque la bofetada primera los dejó tambaleando y ahora en la búsqueda por estabilizar el golpe, comienza otra etapa, la de planteos, angustia contenida, enojos ¿por que no? Llantos derramados de padres, madres abuelos, hermanos, amigos, hijos, esposas, de quienes marcharon y se fueron siguiendo al hijo, al amigo…sin saber que esta ves, era un camino diferente, el que abrió las puertas al dolor popular y que se mantendrá en carne viva por mucho tiempo, porque dicen que él y solo él es el que ayuda a convivir con las ausencias, pero no a olvidar…que seis personas un día dejaron su vida por intentar salvar la de otros.
PD: Este medio está a disposición de quienes deseen expresarse- siempre