Cada 19 de noviembre se celebra el Día Internacional del Hombre, una fecha poco conocida, pero que ya lleva tres décadas celebrándose, aunque se popularizó a partir de 1999 por todo el mundo. Sin embargo, todavía son muchos los que desconocen la existencia de esta efeméride ya que es más conocido el Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo.
El Día Internacional del Hombre se conmemora el 19 de noviembre desde que Thomas Oaster, director del Centro de Estudios Masculinos de la Universidad de Missouri-Kansas, lo estableció en 1992 con el objetivo de poner el foco en la salud masculina, resaltar las aportaciones de los hombres a la sociedad y promover la igualdad de género, la tolerancia y la paz. Algunos organismos como la Organización Mundial de la Salud apoyan esta iniciativa para que así se incluya la salud masculina en la agenda internacional y también la equidad entre géneros.
Como esta celebración no goza todavía de una gran repercusión mundial, hay muchos países en los que no se celebra el Día Internacional del Hombre el 19 de noviembre sino que lo hacen el 19 de marzo aprovechando que es el Día del Padre.
Su impulsor, Thomas Oaster, quiso dar la importancia que merece la salud masculina puesto que los varones son los que tienen menos esperanza de vida que las mujeres. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), las mujeres viven una media de 85 años y los hombres una media de 80 años.
Este hecho tiene su explicación en la genética. Los varones poseen cromosomas XY y las mujeres, los cromosomas XX, estos cromosomas X están vinculados a un efecto protector. Los hombres tienen más riesgo de morir por muertes cardiovasculares, por enfermedades no transmisibles o por accidentes de tráfico o derivados de actividades de riesgo. Ellos suelen exponerse más a trabajos que implican peligros físicos y químicos. Además, los varones tienden a acudir menos al médico y a contar menos las dolencias que sufren.
Por este motivo, en 2003, la Movember Foundation puso en marcha el movimiento Movember (llamado así por la fusión entre moustache, bigote, y november, noviembre), que consiste en dejarse bigote o usarlo como imagen de marca para concienciar sobre el cáncer de testículos y próstata, así como de velar por la salud mental de los hombres ya que presentan altas tasas de suicidio.