El primer objetivo cuando se planifica la alimentación en verano debe ser asegurar un óptimo estado de hidratación. Será importante garantizar una buena ingesta hídrica y de alimentos con un elevado contenido en agua, vitaminas y minerales. Frutas y verduras frescas son alimentos perfectos para conseguirlo, sobre todo si se preparan en recetas frescas, como ensaladas, purés o sopas frías, que pueden contribuir a una mayor sensación de frescor.
ALGUNAS RECETAS FACILES Y RAPIDAS
Macarrones con tomate y queso
Mientras se cocinan los macarrones –entre unos 10-12 minutos-, cortar el tomate y mezclar con albahaca fresca picada. Luego, incorporar la pasta escurrida. Poner encima mozzarella y calentar un poco en el micro o en horno común para que se derrita el queso.
Garbanzos con espinacas
Saltear un par de puñados de espinacas frescas. Añadir un puñado de garbanzos en lata ya cocidos. Retirar y completar con cebolla morada cortada fina, pasas y frutos secos. También se le puede poner huevo duro o un poco de atún.
Panqueques rellenos de jamón y pimiento
Primero, saltear tiras de pimiento verde, rojo y amarillo. Luego, hacer los panqueques. Sobre cada uno hay que poner una loncha de jamón -cocido, crudo o el que guste-, unas tiras de pimiento salteado y enrollar. Y para que sea más equilibrado, completar el plato con una mezcla de brotes tiernos.
Ensalada de tomate, palta y mozzarella
Es tan sencillo como cortar rodajas de tomate, palta y mozzarella fresca. Colocarlas encimadas en forma de espiral sobre un plato. Aliñar con aceite, sal y pimienta. Decorar con hojas de albahaca fresca. Y listo… a comer.