El trabajador rural que el día viernes fue rescatado de las condiciones de semi esclavitud a las que estaba siendo reducido, tiene 32 años y desde los 12 trabaja en ese establecimiento agropecuario
El trabajador rural que el día viernes fue rescatado de las condiciones de semi esclavitud a las que estaba siendo reducido, tiene 32 años y desde los 12 trabaja en ese establecimiento agropecuario. Los patrones siempre fueron los mismos: la familia Rossi de Rufino. La información fue confirmada a PUEBLO Regional por Juan Flaherty, secretario general de la UATRE General López, y la persona que denunció ante la Justicia Federal y ante el Ministerio de Justicias y Derechos Humanos de la Provincia, la situación.
Existe la versión, esbozada por el titular de Uatre Rufino, de que el campo de donde rescataron a Oscar Gamboa de las condiciones de semi esclavitud en las que se encontraba pertenece a Fernando Rossi, empresario y médico propietario de la Clínica Modelo, uno de los sanatorios de Rufino. Si bien otras fuentes señalan que sería de su hijo. Otras plantean que es del hermano de Fernando.
En el establecimiento agropecuario funciona un tambo.
El trabajador estaba sin registrar (en negro) y la vivienda que habitaba no posee casi amoblamiento, ni los más mínimos elementos de higiene: no tenía cama (solo un catre), ni heladera, ni comida. Sólo dos sillas. Gamboa tiene 32 años, y vive allí desde los 12. Primero vivió junto a su padre y, luego de que este falleciera, quedó sólo en el tambo. Desde hace 20 años trabaja con el mismo patrón. Y no sabe ni leer, ni escribir. Es nacido en Rufino.
Oscar Gamboa tiene 32 años, y es el peón rural al que liberaron fuerzas de seguridad y el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia. El operativo de rescate sucedió el viernes 11, pero la saga se inició a principios de mes, cuando en un operativo de control de rutina la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) encabezado por el propio Flaherty se encontraron con esta situación, la que fue denunciada ante la Justicia Federal. El domingo 6 de septiembre efectivos de gendarmería nacional constataron que las denuncias del gremio eran ciertas, y el viernes 11 se procedió al rescate.
Entre otras situaciones de extrema precariedad y abandono padecidas por Gamboa (el peón rural) puede mencionarse que no le pagaban aquello a lo que se habían comprometido desde hace meses, le descontaban la luz que consumía, e incluso las vacas que se morían. Cuando llegaron las autoridades y ante la falta de recursos, el hombre estaba comiendo fideos con leche. Según el relato de Gamboa, transmitido a PR por el secretario general de UATRE, “el patrón le ponía candado a la tranquera para que no fuera al pueblo”.