El presidente de Argentina en el foro de Davos cargó contra los homosexuales, las mujeres y los ambientalistas, a la ves que criticó a los organizadores por defender las ideas «el wokismo» (ideas que involucran identidad y raza y que son promovidas por los progresistas)
El mandatario participó por segundo año consecutivo, pero en lugar de enfocarse en la economía, el comercio y las inversiones, lanzó fuertes críticas a los organizadores por «las ideas que han estado promoviendo» y aseguró que «la ideología woke es el cáncer que hay que extirpar», a la ves que emparentó a las versiones más extremas de la ideología de género con el abuso infantil.
En ese sentido, el grueso del discutrso del jefe de estado fue contra la llamada «cultura woke» que sintetiza toda las ideas progresistas, desde de las políticas de género, el ambientalismo, la igualdad racial o la idea general de defensa del rol de estado regulando la economía.
La crítica a los grupos de diversidad no cesó y planteó que «desde estos foros se promueve la agenda LGBT, queriendo imponernos que las mujeres son hombres y los hombres son mujeres, sólo si así se auto perciben y nada dicen de cuando un hombre se disfraza de mujer y mata a su rival en un ring de boxeo o cuando un preso alega ser mujer y termina violando a cuanta mujer se le cruce por delante en la prisión».
Tambien hubo párrafos de críticas para el ecologismo: «El wokismo, además, se manifiesta en el siniestro ecologismo radical y la bandera de cambio climático. Conservar nuestro planeta para la futuras generaciones es cuestión de sentido común, nadie quiere vivir en un basurero».
Ante estos dichos, expresados al mundo entero, rápidamente hubo reacciones en todos los partidos ante las descalificaciones del Presidente; “fomenta prejuicios peligrosos y odio -manifestaron- Es la contradicción entre su prédica de la libertad y su ataque a los homosexuales-